domingo, 11 de abril de 2010

Plaza de toros de Trujillo talvés corra la misma suerte que la plaza de toros "Virgen de la Macarena" de Huancayo.

En la foto la fachada de la Plaza de toros de Trujillo.

Paco Céspedes una tarde en la plaza de toros "Virgen de la Macarena" con un toro de "Las Salinas"

Autor de la nota: Enrique Cano


Por intermedio del diario CORREO de Trujillo nos enteramos que alrededor de la plaza de toros de Trujillo se han sucitado una serie de denuncias de personas que reclaman ser dueños de los terrenos donde está asentada la referida plaza de toros. Es una lástima que sobre esa plaza este rondando las intenciones de desaparecerla. Como es de conocimiento público por su historial taurino, por su ambiente, por su solera merece que se conserve.

Esta pugna por la propiedad no es nueva, eso aparentemente se veía venir desde cuando todavía estaba el propietario, Don Julio Montalvan Garcés. Se voceaba que la plaza iba a ser vendida a una empresa constructora esa vez a Besteck.

Los taurinos en Trujillo comentaban, opinaban y lamentaban que podía darse esa posibilidad y personalmente nos causa un sentimiento de nostalgia porque en su ruedo, desde cuando no tenía callejon entrenábamos. Era una de las pocas plaza de toros de propiedad privada en el Perú, que daba las facilidades a los toreros y aprendices del toreo para que entrenen a diario sin algún pago ni aporte alguno, y nos trae a la memoria que en la década de los ochenta cuando contaba con medio callejón construido hicimos el paseo para torear una novillada en un ambiente de mucha afición.

Ahora parece que con mas fuerza se cierne sobre la plaza la posibilidad de desaparecer; Nos trae a la mente la desaparición de otra plaza de toros vendida por sus dueños a una misión evangélica. Nos referimos a la sin par plaza de toros "Virgen de la Macarena", mal llamada Coliseo Huancayo, construida en la década de los cincuenta por su propietario Comandante (r) Ernesto Abat popularmente conocido como "El Chihuaco Abat ".

Militar con una afición enorme a la fiesta brava construyó su plaza de toros con el apoyo del personal del Ejercito Peruano del cuál era jefe, según las palabras de él "Quería una réplica de Acho pero chico". Por eso tenía semejanza en muchos aspectos con Acho: entrada al tunel de ingreso a la puerta de cuadrillas, cuartos para invitados, semejante a Acho donde iba el Presidente, tenía cabina de locución para trasmisión de las corridas, chiqueros, corrales, todo parecidos a Acho. Hasta los parantes que soportan las tablas en la valla del callejón, tenían dos parantes porque habían copiado de la valla de Acho, decía el Comandante "aquí me equivoque" y lo contaba como anécdota. Que en Acho había visto dos parantes juntos y en Huancayo le puso así, pero tarde se enteró que en Acho de los dos parantes uno era de soporte porque el otro estaba podrido y el sin percatarse eso en su plaza le puso dos.
La inauguración fue en 1957, en los Carteles Adolfo Rojas "El Nene" y Humbert Valle con toros de "La Viña" cuya cabeza del primer toro muerto esa tarde adornaba la entrada de las oficinas de administración, era un bonito colorado "ojo de perdiz"

Lamentablemente a la muerte del Comandante Abat vino lo inevitable, su viuda y sus hijos pocos taurinos vieron la parte mas fácil, Venderla, y un día desapareció la plaza de toros. Por curiosidad y nostalgia fuimos a verla, habían desmontado la valla, los burladeros internos y estaban alistándola para ponerle piso de concreto.

Salimos de allí con resignación dejando a la "Virgen de la Macarena" abandonada a sus suerte como reclamando que no la maten, causo pena.

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