Hace 25 años que ya no está con nosotros,
veinticinco años de ausencia de los ruedos,
veinticinco años que se acabo la gracia, el garbo y alegría de su capote,
veinticinco años sin la brillantes de sus banderillas.
En su último contrato de su corrida número cincuenta de ese año en Pozoblanco se cruzó con "Avispado" de Sayalero y Bardres.
Y se acabo el duende, para dar paso al mito, a la leyenda...
Veinticinco años que todavía no es claro el porque de fatal cornada,
veinticinco años que se admira el valor innato en los últimos estertores de la vida cuando trata de calmar el nerviosismo de los médicos que lo operan,
veinticinco años que todavía suena de sus labios ese "tranquilos..tranquilos"
Han pasados veinticinco años desde ese 26 de setiembre en Pozoblanco y todavía te discuten.
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